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miércoles, 2 de abril de 2008

Filosofía y Educación

Un problema grave en la educación actual, es pensar que los problemas pedagógicos son sólo metodológicos; desconociendo, a la vez, su inserción en la realidad social. La cotidianidad dentro del contexto educativo, su aspecto reiterativo y el control ideológico impuesto por algún sistema social, son las principales causas de este problema.

Cada sociedad le ha dado a la educación una serie de funciones particulares y ha querido plasmar su dinámica cultural. En esta posición, la educación tiene la función reproductiva del sistema social, donde se trata de inculcar y perpetuar un orden social. Al respecto dice Emile Durkheim: “La sociedad no puede vivir a menos que exista, entre sus miembros una suficiente homogeneidad; la educación perpetúa y refuerza esa homogeneidad fijando por adelantado en el alma del niño las similitudes esenciales que reclama la vida colectiva”. Al ser la educación una educación cultural, en América Latina, en su dimensión humana sin identidad, existe un problema grave de qué enseñar y qué perpetuar.

Teniendo en cuenta esto, se puede afirmar que la filosofía en la práctica pedagógica supone tener un conocimiento del hombre específico en el contexto social determinado, y una visión crítica en el método pedagógico. Al respecto afirma Eudoro Rodríguez: “Toda práctica educativa en sí misma supone e implica una serie de presupuestos filosóficos que hacen referencia al problema de la cultura, a una visión determinada del hombre, de los valores y de una doctrina específica del conocimiento, incluso una epistemología de la educación”.

Educar, además de ser un problema tecnológico, es un problema filosófico. La insuficiencia científica abre el camino necesariamente al mundo de la reflexión, de la clarificación y de la crítica, al ámbito de los fines y valores de la educación como sugiere Enrique Gervilla: “sin Filosofía de la educación queda sin respuesta, al menos de modo explícito, cuanto afecta a la reflexión, a la crítica, al fundamento, a los fines y valores. Interrogantes tales como: ¿Qué elegir? ¿Es posible educar sin modelo último de referencia? ¿Por qué un modelo y no otro? ¿Quién decide y quién debe decidir? ¿Se debe imponer al educando una opción contra su voluntad? ¿Deben los políticos imponer su modelo ideológico porque gozan de mayoría? ¿Qué dimensiones humanas hemos de educar? ¿Cómo debe ser ejercida la autoridad del maestro? ¿Quiénes han de educar? ¿Es posible justificar cuál es la mejor educación? ¿Es posible la neutralidad? ¿Son indiferentes los medios?...”

Concebir, pues, la educación al margen de la Filosofía es hoy más que nunca un error, ya que sería un saber desorientado, carente de crítica ante la pluralidad, irreflexivo y poseído.

Filosofía y Educación, Filosofía y Pedagogía es equivalente a Filosofía y el acto de enseñar, Filosofía y la ciencia de la educación (Como enseñar). Entendiendo la filosofía como saber totalizante y transformador, la función de ésta, relacionada con estos dos ámbitos, ha de dar respuesta a: qué es la educación, qué hombre educar, como educar y para qué educar.

1 comentario:

Logan dijo...

Se te ha olvidado decir que diferentes esquemas de educacion en el mundo estan mas enfocados en crear sistemas en los cuales la poblacion tenga educación para todos y no para profesionales, que es lo que ocurre en nuestro pais donde es mas importante el titulo que la formacion academica